domingo, 15 de marzo de 2015

Esto (no) es una declaración de intenciones.

Me voy a molestar en decirte que esta noche no te marches, que entre lo absurdo, las bromas y los nervios, te echo de menos.
He jugado a la irresponsabilidad con mi errores y me he repartido suerte ahora que ya no te arropas en mi cama, he decidido no quererte y crear distancia, y he confundido tu calor con la estufa que enciendo una hora antes de irme a dormir.
Pero no me equivoco cuando digo que se ha acabado, que ya no veo nada en tus ojos, sólo el miedo inequívoco de que se acerca el final.
Y sé que ya no estamos ahí cuando nos abrazamos con la pasión desmedida de quien sabe que lo ha perdido todo y sólo le queda un último spring para salir con dignidad.
Y ni eso.
Ya no tenemos remedio.
Y quizás sean estas ganas de que no me quieras menos, de no quedarme sola, o de un abrazo prudente, pero te echo de menos.
Puede que esto de jugar durante meses a los despropósitos con mi mirada me haya salido caro, pero también creo que esas ganas tuyas de atarme te matan, no te confundas, aprecio el duelo de miradas, la lucha por sobrevivir y los egos que flotan entre ambos, pero quizás no sea yo la persona que aguante tu forma de querer.
Supongo que me has engañado bien tanto tiempo que ahora me cuesta no reconocerte en cualquier brazo, pero no tengo más que decir que que te he pillado, cariño, y ya no hay nada que pueda hacer para olvidarme de eso.
A estas alturas sólo me queda reconocerte que he visto mis errores tan tuyos que se me acabó la cuerda floja, ahora sólo corro, para no recorrerte, para enfrentarme, supongo, y también, creo, que para no quedarme sin aliento en tus brazos, ahora que puedo hacerlo sola.
Esto es una despedida, aunque ya hace tiempo que me he ido, esto es un final, el último aliento, mi despropósito y tu despojo, esto es una declaración de intenciones, no es un hasta luego, ni un "de momento vete", lo siento, puede que metiera la pata hasta el fondo, como siempre, pero tu pusiste las cartas sobre la mesa, y era muy pronto, todavía.