sábado, 1 de diciembre de 2018

Buenos días.

Cada noche me masturbo antes de dormir, aunque otras veces también lloro, creo que eso me define bastante.

Le he construido una jaula a algunos de mis sueños rotos, no vaya a ser que se reconstruyan y decidan volver a molestarme.

Hay días de esos tan raros que amanezco cuando la gente se despierta, le doy los buenos días al sol, y yo estaba acostumbrada a ver atardecer en el mar, pero me queda lejos; me imagino que entré muchas cosas aprendí a poner también esa sonrisa de mentira que hace que nadie se preocupe.

Tengo el cansancio atascado pidiendo a gritos algo, y no sé muy bien el que, porque no es descanso. Se me han aglomerado las ganas de salitre, se mezclan con las ganas de, ya sabes.

Alguien una vez me dijo que era salvaje, y cada vez me pongo menos barreras, creo que me quiero acostumbrar a darme con toda la fuerza contra los muros, así deja de doler cada caída. En fin.

Yo venía aquí a decir que a veces si es tarde, y no hay dicha que valga.

Algún día dejaré de fumar, mientras tanto, alguien me presta fuego?

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